Ya he explicado hasta la saciedad mi relación con el fatídico día 25 de Mayo de 1938. La terrible y repetida anécdota del relato de mi amigo Manuel Irles. "Eusebiet, yo li vach posar el numere trescents dotze a un tros de cap que no se sabia si era d´home, de dona o de gos". ¿Como olvidar algo así?. En Alacant se callaba este hecho. Y otros muchos. Por contra nos paseaban por la cara las "gloriosas hazañas" de los falangistas valerosos que nos habían traído la paz......de los cementerios. Ninguna otra. En mis visitas acompañando a mis padres al Cementerio de Nuestra Señora del Remedio y dado que habían muchos familiares que visitar, tenia tiempo de ver muchas cosas. Por ejemplo una explanada vacía, enorme que mi madre nombraba como la "de los muertos por las bombas y de los fusilados". En mi ignorancia pensaba que los que así habían fallecido no tenían derecho a lápida, cruz o cualquier símbolo o nombre. Por contra, al fondo de este espacio se encontraba una basílica en la que descansaban los fusilados "del otro bando". Eso crea una serie de dudas muy importantes para un niño. Unos si y otros no. ¿Era justo eso?. O es que unos eran ricos y otros al ser pobres no podían pagar lapidas y cosas así. Vas creciendo y las respuestas llegan solas.
Al acompañar a mi padre al cuartel de la Guardia Civil, el que está en la puerta pregunta donde vamos. La respuesta de mi padre fue que iba a firmar como cada quince días. El terrible hombre con el tricornio en la cabeza llama a mi padre "hijo de puta". Lo hace sin levantar la voz. Un sargento, desde lo alto de una escalera llama a mi padre: "Capitan, sube". El de la puerta se queda boquiabierto. No sabe quien es ese "capitán". El sargento conoce a mi padre de la Fabrica de Tabacos. Este edificio alberga muchos "tesoros" cono sellos, letras, papel del Estado, también tabaco. Está guardado día y noche por dos Guardias Civiles fuertemente armados. Ante el relato de mi padre el sargento se disculpa. Mi padre firma y se despide del sargento hasta el lunes en la fábrica. ¿Por que todo aquello?. Yo sabia que mi padre había sido militar y que había estado e la cárcel. Que había habido una guerra que ganó el Generalisimo. El Generalísimo era bueno. Lo decía todo el mundo. Mi padre también. Entonces ¿por qué Franco había metido en la cárcel a mi padre y por que mi padre, cuando creía que yo no le escuchaba contaba cosas de sus compañeros fusilados por Franco?.
Al acompañar a mi padre al cuartel de la Guardia Civil, el que está en la puerta pregunta donde vamos. La respuesta de mi padre fue que iba a firmar como cada quince días. El terrible hombre con el tricornio en la cabeza llama a mi padre "hijo de puta". Lo hace sin levantar la voz. Un sargento, desde lo alto de una escalera llama a mi padre: "Capitan, sube". El de la puerta se queda boquiabierto. No sabe quien es ese "capitán". El sargento conoce a mi padre de la Fabrica de Tabacos. Este edificio alberga muchos "tesoros" cono sellos, letras, papel del Estado, también tabaco. Está guardado día y noche por dos Guardias Civiles fuertemente armados. Ante el relato de mi padre el sargento se disculpa. Mi padre firma y se despide del sargento hasta el lunes en la fábrica. ¿Por que todo aquello?. Yo sabia que mi padre había sido militar y que había estado e la cárcel. Que había habido una guerra que ganó el Generalisimo. El Generalísimo era bueno. Lo decía todo el mundo. Mi padre también. Entonces ¿por qué Franco había metido en la cárcel a mi padre y por que mi padre, cuando creía que yo no le escuchaba contaba cosas de sus compañeros fusilados por Franco?.
En casa teníamos un aparato de radio muy bonito. Estaba en la habitación de mi hermano y mía. La razón era que entre mi padre y mi tío Perfecto habían hecho una antena especial. Del aparato surgía un cable que tras más de dos metros de largo enlazaba con el riel metálico de la cortina de la habitación. Es decir, lo que debía ser una antena normal se convertía en algo muy potente. Mi padre, mi tío Perfecto y mi hermano escuchaban por la noche una emisora que llamaban "la Pirenaica". Quien me iba a decir a mi que años más tarde conocería personalmente a los locutores. Una vez habló una señora a la que todos insultaban. Le llamaban Dolores y también "la Pasionaria". Decían que era muy mala por que era comunista y que mataba a los curas a mordiscos. Pocos años después la señora Leo, que era de Madrid, con gran valor para los tiempos que corrían, salió en defensa de esta mujer, la Pasionaria. "Ella me enseñó a leer en Madrid. En el patio de la corrala donde yo vivía y era una gran mujer". Nadie le contestó. Todo era muy contradictorio. Pero entre lo que contaba Irles, mi madre, mi padre y otras personas, yo iba organizando mi cabeza. Pero habían dudas. Muchas. ¿Quien tiró las bombas sobre el Mercado Central?. Franco era muy bueno y era el que mandaba, lo decían todos......entonces ¿como pudo mandar que hicieran aquello?. En el colegio no contaban nada de lo que había pasado en España durante aquella Guerra salvo que en Alicante "habíamos" fusilado a un tal José Antonio que además era hijo de un señor muy importante y que además era familia de mi gente de Burgos. Muchas experiencias y las discusiones entre mi padre, sus amigos, mi hermano, etc. iban conformando una realidad cada vez más clara. En aquellas fosas del cementerio estaba enterrado el padre de Solita, la mujer más dulce que ha vivido en Alicante. Su padre, el señor Lorenzo, trabajaba en el mercado. Era hermano de dos asentadores de la Lonja de Verduras. En su carro transportaba el producto de dicha Lonja a los puestos. Solita había nacido pocos meses antes de aquel terrible día. El 25 de mayo de 1938 se despidieron por la mañana. Unas horas después una de las bombas calló sobre el carro de mano que llevaba el padre de Solita. Solo se encontró algún trozo de madera y pocos vestigios del cuerpo del pobre hombre. En un balcón apareció un feto arrojado por la explosión que destrozó el cuerpo de la joven mujer de Agustín Hernandez "Velocidad". El era sargento instructor en Alcoy cuando ocurrió aquello. Pepe Quiles, el barbero del barrio lloró de alegría al ver una fotografía de su compañero del 5º Regimiento llamado Gila. Ahora era un conocido humorista que iba a venir a Alicante. Pepe quería ir a verlo. La última vez que lo pudo ver fue una noche en que a Gila y a otros dieciseis o diecisiete soldados los fusilaron en el frente del Ebro los fascistas del General Franco. Gila era de la quinta del biberón. Tenia solo dieciocho años. Su delito era el de ser soldado de la República. Su delito fue el de defender la legalidad ante los hijos de puta. Gila cojeaba de una pierna. Decia: "yo no estoy cojo, estoy mal fusilado". Cayó al suelo tras la descarga de los que fusilaban. El teniente iba hasta las trancas de alcohol. Disparó los tiros de gracia y se pasó de largo o no acertó al joven Gila. Aún hace solo tres años se encontraron cuerpos sin enterrar de fusilados en las montañas de Tarragona. Se estaban colocando las bases de unas torre de energía eólica. La señorita Cristina era huérfana de militar. En estos casos, si eras soltera, tenias derecho a pensión. Cristina era una muñeca de pelo blanco. Sobre el pecho lucia la foto enmarcada de Alfonso XIII. Vivía cerca del edificio de Correos. Un racimo de bombas cayó en la zona. Cristina se peinaba en el pequeño cuartito de su galería exterior. Era la ayudante del cura que daba la misa de doce en la Rambla de Mendez Nuñez. Se decía que si se arreglaban las relaciones entre Negrin y el Vaticano, se permitiría nuevamente el culto en las Iglesias. El cardenal Goma se opuso. La Cruzada ya no seria Cruzada. Se iba a encontrar con otra huérfana y soltera hija de militar. Su amiga se llamaba Amparo Oca. Mi tía abuela. El cura quería comprar cerezas. La bomba que golpeó el edifico cerca de Correos entró por el patio de luces. Las galerías interiores desaparecieron. De la señorita Cristina nada se supo. Quizás alguno de los cientos de restos enterrados sin nombre en las fosas comunes fuera de ella. Su nombre no aparece entre los de los recogidos en el libro de enterramientos que hoy en día están guardados en el Archivo Municipal. Hace unas semanas encontré en el Archivo Municipal, hurgando en el listado de los asesinados el 25 de mayo el nombre de Petronila Pacheco. De 61 años en el momento de su muerte. Se trataba de Cristina Pacheco. Era muy presumida y su nombre no le gustaba se hacia llamar por su segundo nombre, Cristina. El cura que iba a decir misa tampoco volvió a aparecer. Amparo Oca se salvó, según dice mi madre, por presumida. En esta casa bombardeada estaba la redacción del diario El Luchador, ya mencionado. Otras bombas cayeron muy cerca. Entre los muertos encontramos al cartero de Tabarca y al propietario del bar "La Mejillonera". Era hermano de mi tío Pepico "el Santapolero". Propietario de la casa de comidas del mismo nombre en la calle Calderón de la Barca. También era primo hermano del gran Batiste. Toda una saga de buenos cocineros que habían empezado a trabajar en el mar. El dueño de la Mejillonera quedó en el suelo señalando hacia el mar. Según la familia que le acompañaba en el momento de la explosión dijo: "Por allí vienen más". No iban a cuatro mil metros. No. Una esquirla le atravesó el cráneo. Su cuerpo fue llevado al patio delantero del Hospital Provincial. Fue reconocido por un familiar y enterrado en una tumba en propiedad. Esto lo se desde muy pequeño. Lo escuche al propio hermano del dueño del bar, a la tía Amparo, al tío Luis, jefe de Correos. Todo esto contradecía la versión "oficial". Era evidente la mentira en que vivíamos.
Hace tres años visité el Mercado Central y la fachada de la Iglesia de Santa María acompañando a un grupo de estudiantes de Ibi o Castalla. Se hablaba de la guerra de Siria en clase. Un alumno dijo que menos mal que en Alicante nunca había ocurrido nada así. La profesora los trajo a nuestra ciudad y me convocó para que les acompañara. El tema no era el bombardeo del 25 de mayo. Era la guerras. Las guerras. En medio de la explicación nos abordó un gigantón al que habían achuchado algunos de los vendedores de dicho Mercado. "Tu lo que estas haciendo es malmeter a los chavales". Eso fue lo más suave que dijo. Evidentemente planté cara. El hombre se marchó cuando la profesora lo puso como ejemplo de intransigencia y de manipulación de la verdad. Y así seguimos. Podéis leer otro trabajo que he publicado en este BLOG recientemente. Allí hablo de Guernika, Barcelona y nuestra ciudad y de los bombardeos que sufrieron. Hablo de más bombardeos, claro. Alicante fue bombardeada 71 días. Hubo días en que sonaron hasta 5 alarmas. Pero los de referencia tiene en común la presencia de un piloto fascista italiano, un mercenario asesino, que trazó las rutas para los bombardeos. Este asesino llegó a ser General del ejercito del aire italiano.
A LA DERECHA TULLIO DE PRATO. DE ÉL HEMOS HABLADO EN OTRO TRABAJO DE ESTE BLOG. |
UNA POESÍA.
De niño y como he dicho antes, paseaba por el cementerio de Alicante de la mano de mi madre y de mi padre. Era un sitio triste......pero lleno de flores. Eso en aquella triste y seca ciudad implicaba el color del que carecía el Alacant de finales de los años cincuenta. Todas las tumbas eran tristes.....menos una. Era blanca y azul. Un azul cielo hermoso. De mármol blanco. En el centro una fotografía de un niño. Yo aún no sabia leer. Mi madre siempre comentaba algo con mi padre. Tardé en comprender. La fotografía del niño estaba enmarcada por una cruz......de bombas que apuntaban al niño y al pié un reloj y una hoja de calendario. Las diez y un poco más del día 25 de mayo de 1938. Mi hermano lo ha descrito muy bien. No nos dejaban ni decir cuando ni como habían muerto nuestros familiares. La madre del niño Lorencito era una matrona muy conocida. El niño y su padre paseaban cerca del puerto. Por la playa quizás. Al ver los aviones fueron sorprendidos por las bombas que acabaron con sus vidas. Nadie está preparado para la muerte. Aquella madre se quedó sin sus seres más queridos por la decisión de un grupo de asesinos. Esta mujer valiente los enterró y colocó un mensaje que debía quedar para la posteridad. Como curiosidad he de destacar que Lorencito figura entre las victimas de ese día, el padre no aparece en el listado. El desdén, la ignorancia, quizás la conformidad que da el ser de la misma cuerda que los asesinos, ha llevado a que se sustituya la placa de mármol blanco por una triste y amorfa lápida, más oscura, en la que no existe el mensaje que la madre quiso dejar. Es una forma más de hacer perder la memoria, los vestigios que se le colaron a los asesinos. Asesinos no solo de seres humanos, de ideas y posibilidades, asesinos de la verdad. Ahora se les llena la boca de excusas. Tienen a sus Pios Moa, Marhuendas, etc para manipular y mentir. Ya no pueden usar la fuerza, que también lo hacen con sus Leyes Mordaza. Y a sus "palanganeros". Hoy (29 de mayo) en determinado diario de la ciudad de Alacant resaltan dos comentarios. Uno de un malnacido reiterativo, un tal José2 (Antes José Juan) que habla de que manipulamos la historia. Llevamos 78 años con mentiras y manipulaciones por parte de los verdugos y aún salen con estas. Otro hijo de perra justifica el tema como si fueran "daños colaterales". Evidentemente se trata de ejemplos de gente de la mas baja calaña. Antidemocratas herederos de aquel asesino, Franco, que nos mató día a día hasta después de muerto. En "Alicante Vivo" el heredero de determinado ministro conservador de finales del siglo XVIII y nieto de un miembro de la División Azul recrimina que se hable del tema preguntándose por las oscuras intenciones de dicha página. Otro "personaje" recrimina que se toque un tema tan pasado. ¿Por que no habláis de los fenicios?. Eso lo dice un adorador de leyendas de hace veinte siglos nacidas en una localidad de la Judea más profunda. Pero es que el ser humano es variopinto.
Durante la guerra del 36 al 39, en Alicante, se publicaban varios diarios. Uno, El Luchador, fue destrozado por una bomba el mismísimo día 25 de mayo de 1938. La misma que asesinó a la señorita Cristina Pacheco. No estaban cerca de ningún objetivo militar que justificara el bombardeo. Ni tampoco estaban cerca de nada los asesinados Lorencito Sanz Valenti ni su padre. Ni los cientos de asesinados en el Mercado Central o sus alrededores.
Nadie ha pedido perdón. Ni los aviadores italianos, ni los asesinos españoles que los enviaron. Ni entonces ni ahora. El día que se puso la primera placa en el Mercado Central, el alcalde, el otrora orondo Alperi acudió acompañado de las bellezas del Foc y una charanga. Como si de una fiesta se tratara. Según me dijo al oído un amigo presente: "Esto parece un chiste de Gila. Aquí alguien mato a alguien".
En uno de los diarios de la ciudad, un poeta llamado Leopoldo Urrutia escribió una poesía. Era el año 1937. Parece una premonición. Parece dedicado al niño Lorencito.
ROMANCE DEL NIÑO Y EL AVIÓN.
El niño estaba jugando
con torrecitas de nácar.
El niño estaba jugando
con la arena de la playa.
El mar estaba cantando
su canción de agua salada.
El sol estaba encarnado
lo mismo que una naranja.
El niño juega que juega
con la arena de la playa.
Por el aire patinando
un "pájaro" se acercaba.
Negra que negra la cola,
negras que negras las alas.
Por el aire, patinando,
se acercaba, se acercaba.
El niño dejó la arena,
dejó las torres de nácar,
y se puso boca arriba,
tumbado en la arena blanca,
para mirar por el cielo
como el "pájaro" volaba
negro que negro que negro,
zumba que zumba zumbaba.
¡Niño, no mires al "pájaro"
que ese "pájaro" no canta,
"pájaro" negro y tan grande
ni es ¨pájaro" ni se caza.
Y el niño, mira que mira,
y el "pájaro" se acercaba.
¡Niño, no mires al "pájaro",
"pájaro" de mala raza
que viene vuela volando
y trae la muerte en sus alas!.
Y el niño, mira que mira,
y el "pájaro" se acercaba.
Bajó el "pájaro" más bajo
cuando el niño más miraba,
se oyó un retumbar tan fuerte
como si nubes tronaran.
El cielo se puso rojo,
negra la arena dorada
y el mar salpicó su espuma
contra el lomo de la playa.
El niño se quedó inmóvil
sobre la arena dorada;
se quedó quieto, muy quieto
sin poder ver ni oír nada,
y a su lado se rompieron
las torrecitas de nácar.
Era un "pájaro" fascista,
"pájaro" de mala casta
que ni tiene plumas suaves
ni como trigo ni canta.
Era un "pájaro" fascista
con la muerte entre sus alas.
LEOPOLDO URRUTIA.
"Socorro Rojo", nº 10. 17 de julio de 1937.
Hacía un año que los asesinos se habían puesto en pié cuando se publicó la poesía y dos desde que el Generalísimo se había entrevistado con el Almirante Canaris. Canaris era amigo personal del gran "emprendedor" March. También lo era del dictador Primo de Rivera. A la entrevista de Canaris y Franco asistió como organizador y traductor un miembro de la Gestapo residente en Alicante.
Después nos mintieron contándonos que la Guerra se organizó tras el asesinato de Calvo Sotelo, "el Protomartir". Nada nos decían del asesinato del teniente Castillo, instructor de las Juventudes Socialistas. Ni de los pistoleros contratados en Orihuela por Chapaprieta ni de sus victimas. Ni de tantas y tantas "verdades oficiales". ¿Por que se empeña el impávido Rajoy en no desvelar más de diezmil documentos relativos a la Guerra Civil y la posguerra y que estando bajo secreto deberían estar desclasificados?. ¿A que teme este "demócrata".
Leopoldo Urrutia tuvo que cambiar de nombre "artístico". Lo hizo por el de Leopoldo de Luis, su segundo apellido. A los ganadores no les gustaba que Urrutia siguiera publicando. Leopoldo era hermano de padre del conocido Paco Umbral. Murió en 2005. Había nacido en 1918. El mismo año en que nació mi madre y cinco después que mi padre. Como mi padre llegó durante la Guerra del 36 al 39 a capitán. En el frente de Extremadura y como mi padre, a las ordenes del general Escobar. Siguió la suerte de mi padre en un campo de concentración en Ciudad Real y después fueron juntos al Penal de Ocaña. Leopoldo marchó al Campo de Gibraltar y mi padre a su Alicante. Ambos salieron de la cárcel entre el final del 41 y el comienzo del 42. Al igual que con el caso de Miguel Hernandez, mi padre fallecido en 1968 no llego a saber que grandes poetas había tenido como compañeros de guerra y de prisión. Algún día hablaremos de Miguel Hernandez y de Miguel Pérez. Hoy quiero rendir un homenaje a las victimas del bombardeo fascista del 25 de mayo de 1938 y también a personas como Lopoldo Urrutia de Luís. Un gran poeta.
EUSEBIO PÉREZ OCA
De niño y como he dicho antes, paseaba por el cementerio de Alicante de la mano de mi madre y de mi padre. Era un sitio triste......pero lleno de flores. Eso en aquella triste y seca ciudad implicaba el color del que carecía el Alacant de finales de los años cincuenta. Todas las tumbas eran tristes.....menos una. Era blanca y azul. Un azul cielo hermoso. De mármol blanco. En el centro una fotografía de un niño. Yo aún no sabia leer. Mi madre siempre comentaba algo con mi padre. Tardé en comprender. La fotografía del niño estaba enmarcada por una cruz......de bombas que apuntaban al niño y al pié un reloj y una hoja de calendario. Las diez y un poco más del día 25 de mayo de 1938. Mi hermano lo ha descrito muy bien. No nos dejaban ni decir cuando ni como habían muerto nuestros familiares. La madre del niño Lorencito era una matrona muy conocida. El niño y su padre paseaban cerca del puerto. Por la playa quizás. Al ver los aviones fueron sorprendidos por las bombas que acabaron con sus vidas. Nadie está preparado para la muerte. Aquella madre se quedó sin sus seres más queridos por la decisión de un grupo de asesinos. Esta mujer valiente los enterró y colocó un mensaje que debía quedar para la posteridad. Como curiosidad he de destacar que Lorencito figura entre las victimas de ese día, el padre no aparece en el listado. El desdén, la ignorancia, quizás la conformidad que da el ser de la misma cuerda que los asesinos, ha llevado a que se sustituya la placa de mármol blanco por una triste y amorfa lápida, más oscura, en la que no existe el mensaje que la madre quiso dejar. Es una forma más de hacer perder la memoria, los vestigios que se le colaron a los asesinos. Asesinos no solo de seres humanos, de ideas y posibilidades, asesinos de la verdad. Ahora se les llena la boca de excusas. Tienen a sus Pios Moa, Marhuendas, etc para manipular y mentir. Ya no pueden usar la fuerza, que también lo hacen con sus Leyes Mordaza. Y a sus "palanganeros". Hoy (29 de mayo) en determinado diario de la ciudad de Alacant resaltan dos comentarios. Uno de un malnacido reiterativo, un tal José2 (Antes José Juan) que habla de que manipulamos la historia. Llevamos 78 años con mentiras y manipulaciones por parte de los verdugos y aún salen con estas. Otro hijo de perra justifica el tema como si fueran "daños colaterales". Evidentemente se trata de ejemplos de gente de la mas baja calaña. Antidemocratas herederos de aquel asesino, Franco, que nos mató día a día hasta después de muerto. En "Alicante Vivo" el heredero de determinado ministro conservador de finales del siglo XVIII y nieto de un miembro de la División Azul recrimina que se hable del tema preguntándose por las oscuras intenciones de dicha página. Otro "personaje" recrimina que se toque un tema tan pasado. ¿Por que no habláis de los fenicios?. Eso lo dice un adorador de leyendas de hace veinte siglos nacidas en una localidad de la Judea más profunda. Pero es que el ser humano es variopinto.
Durante la guerra del 36 al 39, en Alicante, se publicaban varios diarios. Uno, El Luchador, fue destrozado por una bomba el mismísimo día 25 de mayo de 1938. La misma que asesinó a la señorita Cristina Pacheco. No estaban cerca de ningún objetivo militar que justificara el bombardeo. Ni tampoco estaban cerca de nada los asesinados Lorencito Sanz Valenti ni su padre. Ni los cientos de asesinados en el Mercado Central o sus alrededores.
SOBRAN LAS PALABRAS. LA PLACA ACTUAL HA CAMBIADO RECIENTEMENTE. PERDIENDO SU MENSAJE. |
NUEVO ASPECTO DE LA TUMBA DE DON BLAS SANZ Y DE SU HIJO LORENCITO. LA CRUZ QUE RODEA LA FOTOGRAFÍA DEL NIÑO YA NO ES LA QUE PODEMOS VER ARRIBA. |
En uno de los diarios de la ciudad, un poeta llamado Leopoldo Urrutia escribió una poesía. Era el año 1937. Parece una premonición. Parece dedicado al niño Lorencito.
ROMANCE DEL NIÑO Y EL AVIÓN.
El niño estaba jugando
con torrecitas de nácar.
El niño estaba jugando
con la arena de la playa.
El mar estaba cantando
su canción de agua salada.
El sol estaba encarnado
lo mismo que una naranja.
El niño juega que juega
con la arena de la playa.
Por el aire patinando
un "pájaro" se acercaba.
Negra que negra la cola,
negras que negras las alas.
Por el aire, patinando,
se acercaba, se acercaba.
El niño dejó la arena,
dejó las torres de nácar,
y se puso boca arriba,
tumbado en la arena blanca,
para mirar por el cielo
como el "pájaro" volaba
negro que negro que negro,
zumba que zumba zumbaba.
¡Niño, no mires al "pájaro"
que ese "pájaro" no canta,
"pájaro" negro y tan grande
ni es ¨pájaro" ni se caza.
Y el niño, mira que mira,
y el "pájaro" se acercaba.
¡Niño, no mires al "pájaro",
"pájaro" de mala raza
que viene vuela volando
y trae la muerte en sus alas!.
Y el niño, mira que mira,
y el "pájaro" se acercaba.
Bajó el "pájaro" más bajo
cuando el niño más miraba,
se oyó un retumbar tan fuerte
como si nubes tronaran.
El cielo se puso rojo,
negra la arena dorada
y el mar salpicó su espuma
contra el lomo de la playa.
El niño se quedó inmóvil
sobre la arena dorada;
se quedó quieto, muy quieto
sin poder ver ni oír nada,
y a su lado se rompieron
las torrecitas de nácar.
Era un "pájaro" fascista,
"pájaro" de mala casta
que ni tiene plumas suaves
ni como trigo ni canta.
Era un "pájaro" fascista
con la muerte entre sus alas.
LEOPOLDO URRUTIA.
"Socorro Rojo", nº 10. 17 de julio de 1937.
PÁJAROS FASCISTAS "SPARVIERO". |
Hacía un año que los asesinos se habían puesto en pié cuando se publicó la poesía y dos desde que el Generalísimo se había entrevistado con el Almirante Canaris. Canaris era amigo personal del gran "emprendedor" March. También lo era del dictador Primo de Rivera. A la entrevista de Canaris y Franco asistió como organizador y traductor un miembro de la Gestapo residente en Alicante.
Después nos mintieron contándonos que la Guerra se organizó tras el asesinato de Calvo Sotelo, "el Protomartir". Nada nos decían del asesinato del teniente Castillo, instructor de las Juventudes Socialistas. Ni de los pistoleros contratados en Orihuela por Chapaprieta ni de sus victimas. Ni de tantas y tantas "verdades oficiales". ¿Por que se empeña el impávido Rajoy en no desvelar más de diezmil documentos relativos a la Guerra Civil y la posguerra y que estando bajo secreto deberían estar desclasificados?. ¿A que teme este "demócrata".
DIARIO EL LUCHADOR DE FECHA 29 DE ABRIL DE 1936. |
Leopoldo Urrutia tuvo que cambiar de nombre "artístico". Lo hizo por el de Leopoldo de Luis, su segundo apellido. A los ganadores no les gustaba que Urrutia siguiera publicando. Leopoldo era hermano de padre del conocido Paco Umbral. Murió en 2005. Había nacido en 1918. El mismo año en que nació mi madre y cinco después que mi padre. Como mi padre llegó durante la Guerra del 36 al 39 a capitán. En el frente de Extremadura y como mi padre, a las ordenes del general Escobar. Siguió la suerte de mi padre en un campo de concentración en Ciudad Real y después fueron juntos al Penal de Ocaña. Leopoldo marchó al Campo de Gibraltar y mi padre a su Alicante. Ambos salieron de la cárcel entre el final del 41 y el comienzo del 42. Al igual que con el caso de Miguel Hernandez, mi padre fallecido en 1968 no llego a saber que grandes poetas había tenido como compañeros de guerra y de prisión. Algún día hablaremos de Miguel Hernandez y de Miguel Pérez. Hoy quiero rendir un homenaje a las victimas del bombardeo fascista del 25 de mayo de 1938 y también a personas como Lopoldo Urrutia de Luís. Un gran poeta.
EUSEBIO PÉREZ OCA