miércoles, 20 de enero de 2016

FRANCISCO GUTIERREZ SOLER, DESAPARECIDO EN EL REFORMATORIO DE ADULTOS DE ALICANTE. ENERO 1940.

La vieja Cárcel de Benalua en Alicante. Hoy en día está dedicada a edificio de los juzgados de la Ciudad. Se ha eliminado el muro.


Hace muchos años, cincuenta más o menos. Fue durante el año 1966 cuando conocí a Francisco Gutierrez Terres. Vivía puerta con puerta de un buen amigo. Junto a las laderas del Castillo de San Fernando. Un hombre alto, pulcro, educado y triste. El día 30 de junio de 1970 entré a trabajar en el Banco de Alicante, lo encontré en el departamento de Valores. Era un gran profesional. Nos alegramos de vernos. Pasó el tiempo y yo cambie de centro de trabajo. Vino el Servicio Militar y al regreso retomé mi vida civil en el mismo Banco. Yo llevaba años en la clandestinidad. Colaboré con la UGT y con CC.OO en mi empresa. Aún clandestinos tres compañeros montamos la Sección Sindical de CC.OO en el Banco. Llegó la democracia y las primeras huelgas del sector. Un día, a las tres de la tarde comencé a repartir panfletos informativos sobre la marcha del convenio colectivo. Mi amigo Francisco Gutierrez Terres estaba sentado en su mesa de trabajo. No había nadie en nuestro alrededor. Me senté junto a él. Teníamos un rato de tranquilidad. Mientras F.G.T. recogía su mesa me contó una historia:
"Eusebio, tu eres sindicalista y comprenderás lo que te voy a contar. Mi padre era también sindicalista de la UGT en Orihuela......."
Me contó los rasgos físicos de su padre. Era alto y fuerte. Carpintero. Socialista. F.G.T. tenia un hermano mayor. Al empezar la guerra del 36 el hijo mayor de Francisco Gutierrez Soler entró voluntario en el Cuerpo de Carabineros o en la Guardia de Asalto. Yo le conté a mi amigo que mi familia venia de gente que había sido de dicho Cuerpo. En ese momento vi como una lágrima recorría el rostro de mi amigo. Su padre no se destaco en nada más que en su trabajo y en sacar adelante su familia. Como socialista era muy conocido en el pueblo de Orihuela donde destacaban las familias reaccionarias. Al fin del conflicto fue detenido y trasladado a Alicante. El motivo era muy sencillo. Su hijo mayor estaba huido. El no sabia donde se encontraba. Aún sabiéndolo es difícil que un padre delate a su hijo. Sobre el hijo mayor recaía una denuncia. Pero él no tenia abierto ningún expediente. Solo era culpable de ser padre. No he encontrado nada sobre ningún acto cometido por el padre ni por el hijo. He buscado y encontrado documentación sobre ciudadanos de Orihuela y de otras partes. Esta documentación me ha servido para llevar a cabo diversos trabajos de investigación. Principalmente sobre Miguel Hernandez, mi tío Eusebio Oca o mi padre, Miguel Pérez. Si alguien tiene alguna noticia que aportar sobre este personaje desaparecido en extrañas circunstancias, seria muy interesante. El caso es que la esposa de Francisco Gutierrez Soler se desplazó en busca de su marido. F.G.S. no había estado ni en el frente. La guerra terminó en el final de marzo del 39. Llegó diciembre y F.G.S. aún permanecía en la cárcel. Su esposa no podía verle. Solo le llevaba comida cada pocos días. Era consciente de dos cosa. En la cárcel no se comía casi y además, gracias a alguna amiga, sabia que su esposo era maltratado de forma habitual. Un día de enero, la esposa acudió con la capaza de la comida. Al llegar el momento de pasar la puerta el guarda se lo impidió. "Tu compañero no está aquí".
Imaginemos la cara de la esposa.
"Ni está aquí nadie con ese nombre, ni ha estado nunca".
La mujer creyó volverse loca. Chilló, preguntó. Salió a golpes del zaguán de la prisión. Allí fue a parar junto al capazo que algún hijo de puta arrojó sobre ella. No consiguió nada. Ni los curas de la prisión pudieron facilitarle ninguna noticia. Allá donde fue la trataron como loca.....
¿No os recuerda algo más reciente?. Las Madres de la Plaza de Mayo, en Argentina lograron hacer caer un régimen asesino. Aquí no pudo ser. Los asesinos de aquí era muy asesinos y mucho asesinos...que diría en Gran Inútil.
La esposa marchó, pasado los años, al norte de África. Mi amigo Francisco Gutierrez Terres creció y se formó con el fin de crear su propia familia y ayudar a su madre. Desconozco cuando volvió a encontrar a su hermano mayor Jose Gutierrez Terres. Cuando las cosas se pusieron mal en África, volvieron. F.G.T. logró un buen puesto en una empresa de servicios que trabajaba para el Ayuntamiento de Alicante. Después entró en el Banco. Allí lo volví a encontrar y allí me contó la triste historia de un colega sindicalista desaparecido.
Eran tiempos de lucha por salir de la dictadura. Mi amigo no volvió a hablarme del tema, ni yo se lo recordé. Aún así nos saludábamos con una mirada cómplice. Los ojos de mi amigo seguían tristes.  Un día me repitió solo unas frases.
"Mi madre se ha muerto sin saber donde esta enterrado mi padre".
Apreté su mano y retuve el llanto. F.G.T. me dijo que la desaparición en la cárcel de su padre era vista con vergüenza por la familia de Orihuela. Pocos días después me relató que un familiar de Orihuela, encarcelado con Miguel Hernández, le contó a su madre lo ocurrido en la cárcel. Francisco Gutierez Soler era maltratado con asiduidad. Torturado para que confesara el paradero de su hijo mayor. Le contó que la noche de antes de Reyes de Enero de 1940 un grupo de falangistas de Orihuela, acompañados de falangistas de Alicante habían intentado que confesara el paradero de su hijo mayor. Lo habían vuelto a maltratar de forma bestial, como hacían todas las semanas desde su llegada al poco de acabar la guerra. Las sesiones de tortura eran terribles. F.G.S. era un gigante comparado con aquellos niñatos de camisa azul. En aquellos tiempos, en aquella cárcel habían varios familiares míos. Un año después también llegó mi padre y su compañero de la cárcel de Ocaña Miguel Hernández. El maltrato era habitual. Recordar a la joven socialista conocida como "la Pechitos" que fue fusilada en una camilla tras ser violada y torturada. Su delito, haber dibujado de color rojo los labios de una cara de Franco o de José Antonio y haber escrito "Vivan la J.S.U.". Aquello era la justicia de Franco. El encuentro entre la esposa de F.G.S y su familiar de Orihuela tuvo lugar en medio de la calle, en Alicante y fue breve. Estaban en los años sesenta pero aún había mucho miedo. La noche del cuatro al cinco de enero de 1940 Francisco Gutierrez Soler se derrumbó sin vida tras la mas terrible de las palizas que había recibido. Lo que no supo la madre de mi amigo era donde estaba el cuerpo.
¿Qué llegaría a aguantar F.G.S. en aquellas dependencias?.
Por aquellas fechas, ya en el año ochenta yo buscaba datos sobre Miguel Hernández tras saber, por fin, que en el archivo Municipal de Alicante estaba una fotografía de Sanchez, amigo de mi tío Eusebio, de uno los retratos del Poeta y que allí se afirmaba que el autor del mismo era mi tío Eusebio Oca Pérez. Un año después, en 1981, hice mi primera entrevista a Eusebio Oca en la horchatería de Peret, en la maravillosa Explanada de España. Entregué a Eusebio un libro escrito por mi amigo Enrique Cerdán Tato. LA LUCHA POR LA DEMOCRACIA EN ALICANTE. Entre la página 239 a la 247 se desarrolla una lista con los fallecidos desde el día 4-5-39 hasta el día 24-12-43. Todos murieron en la cárcel o fusilados tras ser sacados de ella. Yo había leído el libro varias veces. Allí se hablaba de mi tío y de muchos de sus amigos. Eusebio Oca vivía en Barcelona y estuvo en la cárcel de Alicante desde el 15 de abril del 39 hasta que salió en el año 1943. Fue detenido por un grupo de falangistas en las cercanías de Pinoso. Estos falangistas iban capitaneados por su antiguo compañero de magisterio Domingo Carratalá Figueras. Eusebio, su esposa y su hijo Petete escaparon de Alicante para huir de los Casadistas. El era redactor del diario comunista Nuestra Bandera. Hablaremos de él en la segunda parte del articulo sobre Rogelio Sanchis Filliol.
Pasaron los años y mi compañero Francisco Gutierrez Terres se jubiló. Marchó a vivir en el Cabo de la Huerta. Yo acabé trabajando en la oficina de mi empresa en la calle Alfonso el Sabio. Una mañana entró mi viejo amigo. Se acababa de cambiar de casa. Ahora era vecino del barrio. Trajo la cuenta a mi oficina. Me habría dado una gran alegría si no hubiera sido por que la causa de su regreso a la capital era por motivos de salud. Una mañana esperó a que diera la hora de cierre. Mientras la maquinaria realizaba el cierre automático me habló:
"Eusebio, me han dicho que el nombre de mi padre está en un libro. En una lista de muertos en la cárcel de Benalua".
"Eso solo puede ser en el libro de Enrique sobre la Dictadura". Contesté yo.
"¿Podrías ayudarme, Eusebio". 
No lo dudé. Hacia poco tiempo que el libro del Cementerio había ido a parar al archivo Municipal gracias a la petición de mi hermano tras escribir su trabajo sobre el bombardeo del 25 de mayo del 38. Por negligencia del encargado de dicho cementerio, este libro, había permanecido en una leja polvorienta. Quizás por que encerraba muchas historias más tristes de lo normal. A los 25 años del final de un archivo de este tipo, se debe direccionar dicho documento a los Archivos del Ayuntamiento, donde deben ser custodiados y puestos al servicio de la ciudadanía. Lo primero era localizar el libro de Enrique. El mio estaba en poder de la familia de Eusebio Oca. Acudí a Raíces, donde más y mejores libros de segunda mano se encuentran en Alicante. Había un ejemplar. Lo adquirí y busqué. Allí estaba. Marqué con un punto rojo el nombre del padre de mi amigo. Esta lista se confeccionó en el Reformatorio de Adultos de Alicante con la complicidad de varios presos que fueron apuntando las fechas y los nombres de las "sacas" de fusilados y las de los fallecidos por causas diversas como el caso de Miguel Hernandez o de nuestro personaje. En la mismísima hoja del libro del Cementerio podemos encontrar a otro fallecido en circunstancias similares. La lista salió a escondidas y fue entregada a Enrique Cerdán Tato que la incluyó en su libro LA LUCHA POR LA DEMOCRACIA EN ALICANTE.

En el mes de diciembre tenia unos pocos días de permiso. Acudí al Archivo de la calle Labradores. Hable con el archivero, Santi. Le conté la historia. No era la primera....ni la última. Busqué directamente el día cinco de enero de 1940. ¡Allí estaba con todo detalle!. 



28961. Francisco Gutierrez Soler. 42 (años). Reformatorio. F.C. (Fosa Común) 1. Fila 2. Cuadro 12.



Preparé una carpeta con estas tres fotografías con el fin de entregarlas a mi amigo. Se acabaron mis vacaciones y me llevé el sobre a mi puesto de trabajo. F.G.T. no volvió al banco. Un día entraron su esposa y sus hijos vestidos de luto. A mi amigo le había fallado el corazón. Esperé un tiempo prudencial y localice a su hijo mayor. Yo tenia que acabar el mandato de F.G.T. Llamé por teléfono al nieto del asesinado. Me quedé de piedra al escuchar su contestación: "¿Para que haces eso?". Me dijo. Yo contesté con un solo argumento: "Me lo pidió tu padre".
El resto de la conversación es tan vergonzosa que prefiero no relatarla. Quizás el conocido como síndrome de Estocolmo, quizás solo el saber que el silencio que su padre había mantenido sobre el tema no era conformismo si no una mezcla de miedo, pena..... El caso es que el nieto de la victima trató de convencerme de que su abuelo se lo había buscado. Trató de convencerme de que los malos de la película eran su tío y su abuelo. 
Ayer, en la televisión salió una anciana de más de ochenta años. Hija de un fusilado en Guadalajara. Al fin y en contra de la voluntad del partido en el poder y gracias a la actuación de una jueza argentina y a la aportación económica de un sindicato de electricistas noruegos, va a recuperar de una fosa común el cuerpo de su padre. Ella no busca venganza. Quizás justicia, la más sencilla. Cuando fallezca poder reposar eternamente junto al cuerpo de su padre. Solo eso. Recordar que somos el único país en que tras un genocidio no se ha hecho una investigación en regla. En Uganda, Camboya, etc se ha hecho o se está haciendo. Aquí aún vamos por rutas imperiales. 

CEMENTERIO DE ALICANTE. FOSAS COMUNES. CUADRO 12.





En el listado del Memorial vemos como se pasa de "Guirao" a "Hernandez". Son nombres de fusilado. Evidentemente no está Gutierrez Soler. El fue asesinado. Como el resto. Pero pasó a ser, durante muchos años un DESAPARECIDO. 

Fotos del cuadro 12. Al fondo, la Basílica, el edificio dedicado a los caídos del bando franquista. Hasta en la muerte se nos ha denigrado. ¿Hasta cuando?.




 Una de las tres lápidas dedicada a los asesinados en el bombardeo del 25 de Mayo de 1938.



Pequeñas lápidas en memoria de fusilados tras la "Victoria". Nadie parece recordar que gracias al anarquista Maroto la ciudad de Alicante pudo comer durante la guerra.



En el cementerio de Alicante, en sus fosas comunes están los cuerpo de muchos de los fusilados en esta plaza. Pero también los de los fallecidos en el Reformatorio o en otros centros carcelarios donde se "hospitalizó" a prisioneros de guerra. A ellos no se les está haciendo la justicia pertinente. A los otros tampoco. Incluso en el Memorial colocado en el cuadro 12 del cementerio faltan los nombre de los que no fueron fusilados. Pero que también fueron victimas. El mejor ejemplo es el de Miguel Hernandez. A él se le recuerda el el pasillo principal junto a otros alicantinos ilustres.

Eusebio Pérez Oca